Existen varios tipos de estos colchones, pero la calidad dependerá en mayor parte del número de muelles. El tipo de muelles también tiene mucha importancia. Estos son:
- Los muelles bicónicos: son los más conocidos. Son muelles que se expanden en ambas direcciones, extrema lo largo y reducen en el centro, rodeados por un aislante; la lana, el algodón o la espuma.
- Los muelles de hilo continuo: se trata de un colchón formado por un hilo único de acero continuo, con el objetivo de formar un muelle más homogéneo.
- Los muelles ensacados: con los colchones de muelles ensacados, no alteran para nada la ventilación, pero sobre todo la independencia de la zona para dormir es excelente.
Tienen propiedades hipo alergénicas y características ácaro-estáticas y bactericidas, los colchones de látex tienen fama de ser higiénicos. La circulación del aire es excelente y no guarda la humedad.
Existen tres tipos de colchones de látex, según las zonas de confort. Veamos:
- 3 zonas: se distinguen 3 zonas: la parte de los hombros-cabeza, la espalda y, por fin, la parte de los muslos-pies. Son relativamente agradables, sin embargo, no alcanzas un confort óptimo.
- 5 zonas: se trata de los colchones de látex con la mejor relación calidad precio. Las 5 zonas son: la cabeza, los hombros, la espalda, los muslos y los pies. Están particularmente adaptados para las personas que tienen problemas de espalda.
- 7 zonas: aunque son más caros, no quiere decir, que sean más cómodos. No obstante, son esenciales para personas sensibles.
Para finalizar, conviene resaltar que pasas más tiempo en tu colchón que en cualquier otro mueble, por lo que vale la pena explorar tus opciones cuando compras un colchón. No te apresures en hacer una compra. Entérate primero de los diferentes tipos que existen en el mercado y así sabrás escoger el que más te conviene.